lunes, 25 de abril de 2011

JP II 1979

Juan Pablo II sings Pescador de los Hombres.


Juan Pablo II y México 1999 despedida



El 26 de enero de 1999 concluía en México el Sinodo de Obispos para America.

Asi como habia tomado contacto con México por primera vez un 26 de enero (1979) otro 26 de enero (de 1999) se despedía en su cuarto adios al México siempre fiel, oportunidad en la cual habia participado en la clausura del Sinodo de Obispos para America.

En sus palabras de despedida en 1999 volcaba todo su corazón, y reiteraba su cariño y sus buenos deseos por su querido pueblo mexicano:

Las densas y emotivas jornadas con el Pueblo de Dios que peregrina en tierras mexicanas han dejado en mí profunda huella. Me llevo grabados los rostros de tantas personas encontradas durante estos días. Estoy muy agradecido a todos por su cordial hospitalidad, expresión genuina del alma mexicana…

Dios te bendiga, México!, por la fidelidad y amor de tus hijos a la Iglesia. Los hombres y mujeres que componen el rico mosaico de tus diversas y fecundas culturas encuentran en Cristo la fuerza para superar antiguos o recientes antagonismos y sentirse hijos de un mismo Padre.

¡Dios te bendiga, México!, que cuentas con numerosos pueblos indígenas, cuyo progreso y respeto quieres promover. Ellos conservan ricos valores humanos y religiosos y quieren trabajar juntos para construir un futuro mejor...


Dios te bendiga, México!, que te esfuerzas en desterrar para siempre las luchas que dividieron a tus hijos mediante un diálogo fecundo y constructivo. Un diálogo en el que nadie quede excluido…

¡Dios te bendiga, México!, que sigues extrañando a tus hijos emigrantes en busca de pan y trabajo. Ellos han contribuido también a propagar la fe católica en sus nuevos ambientes y a construir una América que, como manifestaron los Obispos en el Sínodo, quiere ser solidaria y fraterna.

¡Dios te bendiga, México!, por la libertad religiosa que vas reconociendo para quienes lo adoran dentro de tus fronteras. Esta libertad, garantía de estabilidad, da pleno sentido a las demás libertades y derechos fundamentales.

¡Dios te bendiga México!, por la Iglesia que está presente en tu suelo….
Y como siempre lo hiciera se despidió también de Ella, Nuestra Señora de Guadalupe.
Para Ella mi última mirada y mi último saludo antes de dejar por cuarta vez esta bendita tierra mexicana. A Ella confío a todos y cada uno de sus hijos mexicanos, cuyo recuerdo llevo en mi corazón.



¡Virgen de Guadalupe, vela sobre México! ¡vela sobre todo el querido Continente americano!



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Juan Pablo II y México 1979



El 26 de enero de 1979 Juan Pablo II besaba por primera vez con honda emoción esa bendita tierra y descubría México, mientras los mexicanos se descubrian a si mismos y quedaban marcados para siempre. Lo esperaba un México siempre fiel antes que el los identificase con ese nombre. Era la primer visita de las cinco realizadas (1979, 1990, 1993, 1999, 2002), y dejaría sus huellas aún en aquellos que no profesaban el catolicismo.

A las voces que lo invitaban a la prudencia, el Santo Padre decidió aceptar la invitación de los obispos a participar de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y analizar in situ los dramáticos problemas que habian aflorado con el complicado tema de la teologia de la liberación. Era tambien su prueba de fuego, visitando un pais anticlerical, como podrian luego negarle la visita como papa a su propio pais Polonia?
La extraordinaria respuesta de los mexicanos explotó ni bien llegado. Un mar de gente por las calles al son de las palabras que hicieron historia luego en todos los paises de habla hispana Juan Pablo II te quiere todo el mundo. Juan Pablo II feliz, se embriagó de ese cariño hasta hablar y dialogar con la gente en una lengua que no era la suya, pero que el habia adoptado con cariño desde su juventud adentrándose en los escritos de san Juan de la Cruz.

Era el comienzo de la visita de un papa que después fue llamado tercermundista, integralista, pero como aclara su fiel secretario, ahora Cardenal Stanislaw Dziwisz, en su libro Una Vida con Karol, Juan Pablo II jamás se dejó llevar o condicionar por las críticas sino que se abandonaba a la oración y alimentándose de los Evangelios sabia cual era el camino a tomar para conducir la Iglesia. Imitaba a Cristo y buscaba ser buen pastor de su grey. Era un hombre libre, interiormente libre y eso le brindaba gran tranquilidad.

En su primera homilía en la catedral metropolitana de Mexico, el 26 de enero de 1979 invitó a los mexicanos a buscar el rostro del Señor, a aceptar el misterio, a ser coherentes y vivir de acuerdo con lo que se cree, a ser constantes, a ser un México siempre fiel, a vivir en la Iglesia, pertenecer a la Iglesia, y a hacerlo cada dia con mayor fervor e intensidad, pidiendo a la Virgen fiel, la Madre de Guadalupe, ayuda con su intercesión para contraer ese compromiso de por vida.
Ese mismo dia también tuvo lugar su encuentro con el cuerpo diplomático exhortando a cada uno de sus miembros, y por medio de ellos a todos los responsables de las naciones que representaban, a eliminar el miedo y la desconfianza, y a sustituirlos por la confianza mutua, por la vigilancia acogedora, y por la colaboración fraterna.


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